El abogado de Griñán a OKDIARIO: «Estoy convencido de que no entrará en prisión»
José María Calero Martínez, abogado defensor de José Antonio Griñán, ha concedido una entrevista a OKDIARIO Andalucía en la que repasa la situación del ex presidente socialista de la Junta, condenado a prisión por un delito de prevaricación y otro de malversación de caudales públicos. Calero, como expone en este periódico, tiene confianza ciega en que Griñán no entrará en prisión. Estrasburgo y el indulto, sobre la mesa.
PREGUNTA.- ¿Mucho lío?
RESPUESTA.- La verdad es que sí. Son días intensos y duros.
P.- Ahora mismo existen dos vías fundamentales para evitar la entrada en prisión de Griñán: la vía del Tribunal Constitucional y la vía del indulto. ¿Cuál es la más factible?
R.- Las dos son factibles. Pero a mí particularmente me gusta más la vía del Constitucional porque es una vía en clave jurídica. En clave de determinar si se ha producido una lesión de los derechos fundamentales en el proceso, y si esa lesión es suficiente para dar lugar a la anulación de la condena, referida al delito de malversación.
Parece que ya hay dos magistrados de los cinco de la Sala que estiman que puede entenderse que no había delito de malversación de caudales públicos, en el caso de otras personas y también de José Antonio Griñán. Entonces, a mí es vía me parece que es la jurídica y la que más me gusta.
Por otra parte, pediremos la suspensión evidentemente. Porque yo creo que no tiene ningún sentido el empeñarse en la entrada en prisión. Si tiene que entrar en prisión, entrará. Pero no creo yo que tenga ningún sentido empeñarse en un ingreso en prisión para que, después, el Constitucional pudiera anular la sentencia en lo que se refiere a la malversación, que es precisamente el delito que lleva aparejada la prisión.
Entonces, yo creo que lo lógico es atender al derecho que tiene cualquier ciudadano y también José Antonio Griñán de apurar esa vía de impugnación de lesiones de derechos fundamentales, que tiene su última estación en el Tribunal Constitucional. Luego está la posibilidad de Estrasburgo pero, en fin, en el orden interno, la última palabra la dice el Tribunal Constitucional. Y yo creo que habrá que esperar a escuchar esa última palabra. Y, si se confirma esa condena por malversación, pues tendrá que ingresar en prisión, o bien se planteará el indulto.
P.- ¿Consideras injusto que Griñán sea la cara visible de la trama de corrupción por los que se han malversado 680 millones?
R.- El término injusticia es un término muy abstracto. Por ejemplo, se habla de un fraude de 680 millones. Pero, habrá que saber y tendrá que saber la gente y tendrán que saber todos que eso no es exactamente así. Es decir, hay 6.000 trabajadores aproximadamente que a fecha de hoy están cobrando esa pensión y se incluyen dentro de esa cifra.
Se descalifica una partida entera y luego… Hay casos supuestos de fraude pero se descalifica entera. Bueno, yo creo que eso requiere un matiz. Después, la cuestión de la Justicia, cuando se refiere al derecho penal, al final obliga a un principio que es el más elemental, el principio de todo. No hay un delito si no está descrito en el Código Penal.
Lo que nosotros decimos, es que esa crítica que se hace de que debieron tener cuidado, o que crearon un sistema, o que tuvieron que haber tenido precaución, todo eso, que es una crítica completamente legítima, no está en el tipo del delito de malversación. La malversación dice que comete ese delito la autoridad o funcionario público que sustrae y roba fondos públicos, o que un amigo suyo, un primo suyo o un allegado suyo lo roba y él deja que lo haga. Y además tienen que ser fondos que tienen que estar bajo su tutela, bajo su administración.
Nosotros lo que decimos, más allá de justicia o injusticia, es que eso no lo ha cometido José Antonio Griñán. Es decir, José Antonio Griñán no ha cogido ni un solo euro, ni ninguna persona allegada. Ni siquiera ha tenido conocimiento, porque no lo podría consentir de ninguna manera.
P.- Bueno, la Audiencia Provincial sí que dice que era consciente de la ilegalidad de los actos en los que participaba en su etapa como consejero de Hacienda…
R.- Vamos a ver, lo que dice la Audiencia Provincial hay que leerlo. Lo que dice es que era consciente de un sistema de presupuestación que era un sistema irregular, inadecuado… Eso es lo que dice. Que era consciente de que había un sistema fraudulento. Pero es que eso no es sustraer fondos públicos. Eso es lo que estaba explicando del principio de legalidad.
Yo entiendo que se pueda considerar que hubiera un delito que dijera que la autoridad o funcionario público que creara una normativa que permitiera, con mucha facilidad, el fraude, será castigado con una pena de lo que sea. Bien. Entonces eso estaría castigado. Pero lo que se castiga hoy es meter la mano en los fondos públicos. Si usted ve todas las sentencias de malversación verá que se asocian a cuentas en Suiza, a yates, a pisos de lujo, a cuentas en Gibraltar, en Panamá… Porque lo que se castiga con la malversación es al que roba fondos públicos, o el que deja que otros roben. Y eso no lo ha hecho José Antonio Griñán. Ni lo dice la sentencia de Sevilla que lo haya hecho. Esa es una de las claves de nuestro recurso. Y eso supone una vulneración del principio de legalidad que forma parte de los derechos fundamentales.
Por eso, queremos agotar hasta el Tribunal Constitucional para que, si nos hace caso, diga que la sentencia dice que ha hecho algo que no es delictivo, y por tanto, tendrán que anular la sentencia. Porque todos tenemos derecho a saber que el delito es lo que pone la Ley, no una especie de interpretación amplia e imaginativa. Es que lo que se parece a robar no puede ser condenado.
P.- Bajo vuestro punto de vista, ¿el señor Griñán no ha hecho nada mal?
R.- Precisamente ese es el planteamiento. Es que se pueden hacer muchas cosas mal y no cometer un delito de malversación. El señor Griñán podría haber tenido igual más afección, podría haber hecho una gestión más rigurosa… No sé. Cualquiera puede imaginar que en su trabajo o en su posición puede hacer las cosas mejor. Nadie está diciendo que el señor Griñán sea intachable en su conducta. Pero es que no se puede condenar penalmente a alguien por gestionar mal, por no tener suficiente cuidado… Pero no por nada, sino porque no hay ningún delito que lo describa así.
Es decir, si se quiere condenar un delito de malversación de riesgo, es decir, no sólo al que roba sino al que no tiene cuidado suficiente y por no tener cuidado hay otros que roban. Bueno, pues que se regule ese tipo penal. La autoridad o funcionario público que no tuviera suficiente cuidado en la gestión de los fondos públicos permitiendo el riesgo de que otras personas los desvíen, sea castigado a una pena. Bien, entonces estaríamos dentro de un tipo. Todo el mundo sabría que eso sería delictivo y el que lo hiciera se le condena.
Lo que decimos es que, no es que sea perfecto y haya hecho todo bien, lo que decimos es que Sevilla, en su relato de hechos, no describe que el señor Griñán haya hecho hechos que se encajen en el tipo penal de la malversación.
P.- O sea, aprobar gastos ficticios para equilibrar las cuentas, en este caso del IFA, que es el ente que aprobaba las ayudas…
R.- Aprobar gastos ficticios suena a falsedad documental. Si yo estoy aprobando un gasto que no existe estoy haciendo un documento que contiene una falsedad documental. Si ese gasto que no existe yo me lo llevo a mi casa, estoy cometiendo una falsedad documental y un delito de malversación. Que yo recuerde, no había acusación de falsedad documental. Que yo recuerde. Desde luego, al señor Griñán nadie le acusa de falsedad documental.
¿Que está mal hecho hacer una contabilidad ficticia de un gasto? Por supuesto que está mal hecho. ¿Es un delito de malversación? No. Ese es el planteamiento.
P.- Hablando claramente, ¿qué opciones reales ves a que el señor Griñán no acabe en la cárcel?
R.- Yo te aseguro que si no creyera en el derecho, en las normas, en que aquí hay que funcionar con criterios jurídicos y que todos estamos amparados por la Ley, y que los tribunales se sujetan al imperio de la Ley, yo tendría que tirar la toalla.
Yo estoy en el convencimiento de que esto tiene que terminar bien. ¿Qué posibilidades tiene de no entrar en prisión? Yo creo que todas. Ya hay dos magistrados que atienden ese planteamiento. ¿Por qué no va a tener ese planteamiento el Tribunal Constitucional? Sobre todo porque creo que es verdad, que está basado en una realidad.
Ahí está el patrimonio de José Antonio Griñán, y ahí está su ejecutoria. Yo estoy todo el día escuchando a gente decir que es un tipo íntegro, que le mandan abrazos… Todo el día. Y eso no ocurre con las personas que habitualmente uno piensa en Malaya o… No.
P.- Bueno, pero ser querido no te exime de ninguna responsabilidad penal.
R.- No. Pero es que no se trata de ser querido, se trata de que no hay una colección de coches de lujo, no hay cuentas en Suiza, no hay casoplón… Hay una persona que después de estas en una de las más altas responsabilidades del Estado tiene una pensión absolutamente elemental y un patrimonio mínimo, lo que demuestra una trayectoria intachable. Hombre, creo yo, ¿no? Eso tiene que tener algún valor. Por lo menos a mí no me parece lo mismo que alguien defienda que es muy buena gente pero tenía bolsas de dinero en efectivo que encontró la Policía.
Yo no me refiero a que es buena persona en ese sentido, sino a que es una persona íntegra. Cualquier persona que le conozca, y si no hable con quienes le conocen, y le dirá que desde el punto de vista de exigencia personal y ética es una persona que tiene una exigencia por encima de la media. De verdad.
¿Eso le exime de responsabilidad? Por supuesto que no. Lo que le exime de responsabilidad es no cometer hechos que no estén previstos en la Ley como delito. Y la malversación suele asociarse a corrupción, y la corrupción se suele asociar a lujo. Pero no es el caso. Entonces, en ese sentido, claro que tiene la sensación de injusticia. Es un tipo absolutamente honrado. Eso me lo dicen continuamente.
Eso te da fuerza. Evidentemente esto está lleno de dificultades. El hombre lleva quince años con esto y habrá que seguir defendiendo su razón y su verdad.